dissabte, 13 de febrer del 2010

Los campos de golf, quién los defiende?

Por otro lado están los defensores de los campos de golf. Si bien hay que decir que una minoría ecologista ve con buenos ojos la creación de los campos de golf en zonas con un gran riesgo de desertificación. En realidad las grandes superficies de césped evitan la erosión de la tierra que en muchas ocasiones es inservible.

En un contexto general, los campos de golf pueden proveer zonas importantes de espacios verdes dentro de áreas urbanas, pueden actuar como zonas intermedias entre las zonas naturales y los terrenos urbanizados y si se lleva a cabo una buena gestión del agua también se tiene la oportunidad de conservar y mejorar los recursos hídricos si tenemos en cuenta que el césped es un filtro altamente efectivo, capaz de mejorar la calidad del agua. Además los campos de golf proveen condiciones de hábitat para la flora y la fauna. Es un hecho comprobado que la presencia de muchas especies está decayendo en su ubicación natural como consecuencia de la pérdida o degradación de su hábitat natural, la presión que ejerce la caza y los efectos de los pesticidas agrícolas. En este aspecto los campos de golf pueden servir como importantes santuarios contra la presencia humana, contribuyendo así la conservación de la biodiversidad.

Otra ventaja atribuida a los campos de golf es que contienen, muchos de ellos, fragmentos de campo tradicional y formas de terreno naturales como dunas, árboles maduros, meandros de ríos, formas rocosas, etc. Estas características añaden características distintivas y carácter al emplazamiento y su conservación forma parte importante de la preservación de nuestra herencia cultural.

El mayor inconveniente con el que luchan los defensores de los campos de golf es el del abastecimiento de agua. De las diversas acusaciones realizadas por los grupos ecologistas se defendió D. Luis Navarro, presidente de Alicante Golf, señalando que en una provincia deficitaria de agua como es Alicante, estas instalaciones han desarrollado modernas y costosas redes de riego que distribuyen de forma eficiente un agua que, de otro modo, iría a parar al mar. La filosofía de los empresarios responsables de campos de golf es aprovechar al máximo los caudales de riego para el mantenimiento de los campos. Señalan que tras el movimiento de tierras, las redes de riego son las infraestructuras más costosas de los campos de golf (más de cien millones de pesetas para uno de 18 hoyos, entre tuberías, bombas de impulsión y lagunas artificiales). Además los lagos que adornan los recorridos sirven de pequeños embalses que distribuyen el agua por toda la superficie del campo, para facilitar su posterior riego, éste se realiza por aspersión y durante la noche para minimizar la evaporación

“Realizamos un uso eficiente del riego, aprovechando al máximo el agua disponible y sin desperdiciar ni una sola gota”, apuntó Luis Navarro. “Incluso algunos campos disponen de estación meteorológica propia que calcula las condiciones de evapotranspiración y la cantidad de humedad exacta que necesita la hierba para absorber el agua sin esfuerzo”. Señala además que todas las instalaciones de golf de la Costa Blanca utilizan aguas depuradas, freáticas o sobrantes de riego para irrigar los terrenos. La ley impide utilizar agua potable destinada al abastecimiento humano para regar este tipo de instalaciones.

El caso más habitual es que se riegue con agua residual reciclada, procedente de estaciones municipales. Este líquido precisa ser tratado de nuevo (tratamiento terciario) antes de derivarse para el riego de los campos. Algunas de las instalaciones de golf de la Costa Blanca disponen de sus propias plantas de tratamiento terciario, otras obtienen este caudal de las mismas plantas municipales. En el caso de campos de golf construidos sobre fincas de uso agrícola, se continúa utilizando el agua que permiten los derechos de riego. Por último, algunas instalaciones se irrigan con agua de pozos que, en ocasiones, también precisan de un tratamiento de desalinización. “Utilizar agua para regar campos de golf no es, en absoluto, un lujo”, señaló Navarro, “ya que son instalaciones deportivas, turísticas y agrícolas, puesto que desarrollamos un cultivo, aparte de que generan puestos de trabajo y beneficios para la provincia”.

Además, son indudables los beneficios económicos que reporta un campo de golf. En algunos países, como es el caso de España, a pesar de que el golf no es un deporte tradicional, sí que está atrayendo cada día más interés. El desarrollo del golf en estos países vincula progresivamente a la amplitud de medidas para lograr formas de turismo sostenible. Esto quiere decir que un campo de golf debe seguir una política que se base en los siguientes puntos: un menor consumo de agua, de sustancias químicas y de combustible, control de fertilizantes y regímenes de corte, una introducción de estrategias de gestión integrada de las plagas para recortar el uso de pesticidas y otros controles, introducción de políticas de abono energético, reducción de residuos, reutilizacion y reciclaje, etc. Quizás demasiados controles, pero que harán que los grupos ecologistas vean con mejores ojos la creación de campos de golf que favorecen el turismo, pilar de nuestra economía.

1 comentari:

  1. Hola, os felicito por hacer un blog "protesta", por y para nuestro medio ambiente, ya que es una responsabilidad de todos y cada uno de nosotros.
    Un saludo

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